El jueves fue el día… cuando estás aquí, el tiempo es distinto, uno se relaja en serio, se disfruta de la tranquilidad, se olvida uno del reloj y realmente la mente se aclara y se serena, y se ven todas las cosas con claridad y asombro.
Este fue el día en que uno ya funciona a ritmo Cíes, y te digo se lo pasa uno en grande… Después del café con leche, con tranquilidad nos fuimos a la playa y nos pasamos allí toda la mañana. Nos habíamos llevado ya la vianda, así que al mediodía, cuando yo ya me sentía como un pollo frito, nos fuimos a un merendero bajo un arbol, y allí almorzamos con una vista al mar increíble. El cielo azul, la brisa fresca, el mar azul brillante como el cielo con el agua transparente, el sol, los veleros anclados cerca de la costa… en fín, el paraíso (al menos para mí). Luego Alejo quiso bajar enseguida a la playa, pero yo me quedé un rato más bajo el pino, disfrutando de la sombra y charlando con un grupo de vigueses como de tu edad que se habían venido en barco desde Vigo… los gallegos cuando quieren son un encanto, luego otra vez playa hasta que el sol empezó a caer, y yo a achicharrarme de verdad. Y eso que en casa me dá mucho el sol y ya estoy algo bronceado. Pero igual me sentía al rojo vivo, protección solar incluida, así que al llegar al camping… sobredosis de crema hidratante, ducha caliente y más crema…..
Cenamos super rico, alubias a la vasca, jamón, queso, pan gallego y cafelito….
Ya entrada la noche paseíto por el camping, mini pool y a la camita, topo Gigio…
Este fue el día en que uno ya funciona a ritmo Cíes, y te digo se lo pasa uno en grande… Después del café con leche, con tranquilidad nos fuimos a la playa y nos pasamos allí toda la mañana. Nos habíamos llevado ya la vianda, así que al mediodía, cuando yo ya me sentía como un pollo frito, nos fuimos a un merendero bajo un arbol, y allí almorzamos con una vista al mar increíble. El cielo azul, la brisa fresca, el mar azul brillante como el cielo con el agua transparente, el sol, los veleros anclados cerca de la costa… en fín, el paraíso (al menos para mí). Luego Alejo quiso bajar enseguida a la playa, pero yo me quedé un rato más bajo el pino, disfrutando de la sombra y charlando con un grupo de vigueses como de tu edad que se habían venido en barco desde Vigo… los gallegos cuando quieren son un encanto, luego otra vez playa hasta que el sol empezó a caer, y yo a achicharrarme de verdad. Y eso que en casa me dá mucho el sol y ya estoy algo bronceado. Pero igual me sentía al rojo vivo, protección solar incluida, así que al llegar al camping… sobredosis de crema hidratante, ducha caliente y más crema…..
Cenamos super rico, alubias a la vasca, jamón, queso, pan gallego y cafelito….
Ya entrada la noche paseíto por el camping, mini pool y a la camita, topo Gigio…
1 comentario:
BUENO ADEMAS DE DISFRUTAR DE ESTE VERDADERO PARAISO COMEN MUY BIEN Y TODO DEBE SER MUY RICO ADEMAS CON ESTE ENTORNO TODO ES DESLUMBRANTE.
ASI QUE MI NIETO HACE NUDISMO COMO EL PADRE QUE ADELANTADO ESTA TODO
SIGO
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